Fue un 3 de marzo de 1964, que las Hermanas Oblatas de la Providencia llegaron a la zona atlántica, concretamente a Siquirres, gracias a las gestiones realizadas por el Padre Roberto Evans (q.d D.g). Este sábado 07 de abril, tocó el turno de marchar, dejando una gran huella en la evangelización de esta zona del país, y concretamente de la Diócesis de Limón.
El Padre Eduardo Ramírez, Vicario General de la diócesis, y a pedido de Monseñor Javier Román, fue quien dirigió la homilía a los presentes para esta ocasión. El templo parroquial de Siquirres se vio engalanado con la presencia de fieles de la parroquia y de la diócesis, entre los que se contó con niños, jóvenes, adultos, adultos mayores y sacerdotes.
El la homilía, el Padre Eduardo destacó lo que han sido estos 54 años de servicio de las hermanas, que con grandes sacrificios que, aunque han sido muchas las religiosas que han desarrollado su carisma en esta comunidad, el Padre Eduardo quiso destacar la labor de tres hermanas oblatas: la hermana Rosario San Martín y Pan, la hermana Virgina Oña, y la hermana Henrietta Luaces Bonhora.
“No en vano el Evangelio recoge lo que el Papa Francisco ha querido poner de relieve al elevar a María Magdalena en su fiesta litúrgica al nivel de los otros apóstoles. La obra evangelizadora no hubiera tenido su empuje inicial, si no hubiese sido por el impulso de la primera gran apóstol. Al genio femenino que en María Magdalena encuentra un real testigo, debemos en gran medida el que el Evangelio siga convocando a los hombres y mujeres de todos los tiempos a la gran revolución de la ternura. También entre nosotros, la tarea evangelizadora ha sido marcada por el talante de la mujer, ejemplo vivo de ello son las hermanas Oblatas de la Providencia, de ayer y de hoy, por las que damos gracias infinitas a Dios”, concluyó el Padre Eduardo.
La Madre Superiora General, quien viajó desde Estados Unidos para estar presente en esta despedida, pidió oraciones por ellas, de manera que puedan mantener vivo el legado de la Madre Lange (Fundadora de las Oblatas en vías de beatificación), al servicio de Dios y su Pueblo. Además pidió que se continuara orando por la beatificación y canonicación de su fundadora, la Madre Mary Lange, palabras que dirigió en Inglés:
“Please pray for us that we may continue to live the legacy of Mother Lange, in service to God and His people. Also continue to pray for the geatification and canonization of our foundress, Mother Mary Lange”.
También las jóvenes Angelie López Pérez, y Rachel Fall León, dirigieron sus palabras de agradecimiento a las hermanas oblatas por sus servicios durante más de 50 años en la diócesis, y en los diferentes grupos, comisiones, y en particular en la catequesis, y sobre todo por el trabajo social de las hermanas,destacando que el único interés ha sido servir, no ser servidas.
Las jóvenes finalizaron sus palabras, en un fluído inglés, pidiendo la protección de Dios y de la Virgen María sobre las hermanas, y deseándoles la bendición. (“God and our loved mother Mary, keep you save and loved forever. Bless you. Thank’s”.)